La tarta de queso suele ser bien acogida en celebraciones, cumpleaños u otros eventos, yo creo que estas tartas llevan de moda unos años ya y no hay restaurante que en su carta de postres no ofrezca una versión particular de tarta de queso.

La receta de hoy es parecida a la de la tarta de queso de Nueva York que tengo publicada en el blog y que fue una de las primeras recetas que escribí; son parecidas porque ambas tienen una base de galletas, la crema se elabora con queso y nata y la diferencia radica en que la de hoy lleva pistachos tanto en el relleno como en la cobertura.
Precisamente para la cobertura he utilizado una crema de pistachos comprada, aunque es cierto que se puede elaborar en casa a partir de pistachos triturados; si alguien está interesado en elaborar la crema de pistachos casera hay varias recetas por la red, pero en realidad se trata de triturar mucho los pistachos hasta conseguir una crema gracias a los aceites que liberan los frutos y se endulza con miel, azúcar o incluso dátiles.
Creo que es un postre diferente por el uso de los pistachos, rico y apetitoso, pero también contundente de forma que una ración comedida hará que nuestra comida o merienda tenga un final feliz.
Los pistachos son originarios de Asia y su productor mayoritario es Irán, aunque su cultivo se está extendiendo por diversos países. Según reza Wikipedia el pistacho es, en realidad, la semilla de la drupa:
?con una cáscara dura y blanquecina, la semilla, de un col...