La tarta de fresas era mi favorita de niña. Mi padre solía comprar la de la Mallorquina y ese día mis hermanas y yo revoletabamos como locas esperando el tan ansiado postre. Esta tarta de chocolate blanco y nata con corazón de fresa no es igual, pero me ha traido los mismos recuerdos de la infancia. Está riquísima y la podemos decorar con láminas finas de fresas, yo esta la decoré para un cumple infantil con la nata coloreada y con unas chuches con motivos marinos. Mi nieta Sofía quería que su tarta la coronase Ariel y para ello usé un poquito de colorante azul en la nata para que simulase el agua y las gominolas que antes dije.Seguir leyendo...
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