El año pasado estuve de vacaciones en Vietnam y Camboya, dos países que me maravillaron. Allí tuve la oportunidad de saborear, entre otras cosas, unos estupendos rollitos vietnamitas que hicieron delante de mis propias narices, con una facilidad pasmosa. Yo ya he contado en alguna ocasión en el blog que mis conocimientos de cocina oriental son completamente nulos y es más, rara vez me da por comer o cocinar cocina oriental, siempre cuento que soy más de tortilla de patatas y tapas. Soy así de simple. Y sé que me estoy perdiendo todo un mundo de sabores que espero algún día no muy lejano tener la oportunidad de descubrir y dejarme fascinar por todo su encanto.
El caso es que el otro día me envalentoné en casa y me puse a hacer unos rollitos vietnamitas, precisamente con unas hojas de papel de arroz que compré en Vietnam, con semillas y gambas incrustadas en la propia hoja de papel de arroz, y el resultado fue un completo fracaso. Menos mal que tenía también otras hojas de papel de arroz comunes en casa y al final salvé como pude la papeleta. Las cosas en la cocina no me salen siempre como quiero, ni mucho menos, igual que la vida en general, pero como de lo que se trata es de ir aprendiendo poco a poco pues en esas me hallo. Al final me he decidido a compartir la receta porque estaba tremendamente rica, en gran parte al magnífico sabor de los Pimientos del Piquillo asados a la leña de Finca La Barca. Ni mucho menos me he atrevido finalmente a llamarlos &q...