Rellenar la chapela de un champiñón es casi un deporte nacional para todo los cocinillas del mundo.  Además, las posibilidades son casi infinitas, ya que el champiñón es un producto que se puede potenciar con casi cualquier complemento.   Nosotros, hoy os proponemos un relleno sencillo y simple, como casi siempre, pero resultón.
Para elaborar este pintxo, necesitamos unos ejemplares de champiñón relativamente grandes.  Se puede hacer con chapelas más pequeñas, pero el resultado es menos elegante.  Eliminamos el "pie", que podemos utilizarlo, otro día, para elaborar y enriquecer un buen puré de verduras.  Limpiamos el champiñón (Nunca bajo el grifo del agua) y lo salpimentamos.  Ponemos en el fondo un trozo de queso (nosotros hemos elegido Brie) y un poco de beicon ahumado.   Unas gotas de aceite de oliva virgen extra nunca vienen mal. Introducimos nuestros champiñones en el horno, que previamente hemos pre-calentado a unos 180 grados.  Al cabo de  diez-15 minutos, sacamos los champiñones y los rematamos con la yema de un huevo de codorniz.  Volvemos a introducirlos en el horno otros cinco minutos para que la yema se cuaje.
Antes de servirlos, los condimentamos con unas escamas de sal, orégano picado y, al gusto, unos copos de guidilla.  Buen provecho.

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