Sencillo plato para las comidas diarias. Y muy rico.
Quizás sea una de las formas más simples de cocinar la trucha. Pero no por ello menos sabrosa.

Para esta receta he utilizado trucha ya limpia. Seguro que vuestro pescatero os la prepara perfectamente. Incluso, en algunos supermercados podéis encontrarla ya preparada en bandejas.
Doy cantidades para dos personas.
Ingredientes:
– Dos truchas limpias sin espinas.
– Un manojo de espárragos trigueros.
– Harina.
– Sal y pimienta.
Procedimiento:
Lavar los espárragos, cortar la parte fibrosa y freír lentamente en una sartén a fuego bajo, con un poco se sal, hasta que estén blandos. Reservar.
Lavar las truchas y secarlas. Salpimentar por ambos lados y enharinar.

Poner aceite en una sartén suficientemente ancha. Dejar calentar a fuego medio y freír en ella las truchas, comenzando por el lado de la piel para que quede crujiente. Dar vuelta y freír muy poco, apenas unos segundos.

Escurrir y emplatar, acompañando con los espárragos.

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