Se va acercando el fin de semana, lentamente, pero se acerca y digo esto porque se me está haciendo muy larga, esto es algo inexplicable, sin saber cómo ni porqué, me levanto el lunes con la sensación de no haber vivido el fin de semana, arrastrando cansancio y ni ganas de nada.

Menos mal que se ha ido resolviendo poco a poco y ya estoy en plenas facultades físicas, lo de mentales lo dejo a vuestra elección.

Hoy es jueves y para mí el preámbulo del fin de semana, ya que el viernes para mi es fiesta, día de organizar la casa, de pensar en algo especial para el fin de semana y de hacer la compra.

El sábado me levanto feliz y desde que comenzó el año, más aun, desayuno en la cama, me tomo mi tiempo para disfrutar de él y me levanto relajada, además si le añadimos que los viernes por la tarde suelo hornear algo rápido, fácil y rico, el desayuno aumenta de valor.
La semana pasada le tocó el turno a la deliciosa "Tarta de Santiago" una tarta hecha a base de almendras, huevos y azúcar a la que le he añadido esta vez un poco de cacao y os he de decir que está para repetir todas las veces que te apetezca, serán muchas os lo aseguro.

Quería explicar algo del origen de esta tarta, pero el origen es incierto, según he leído (aquí), antiguamente se la conocía como Torta Real, la primera información de la receta de esta Tarta de almendras, se recoge en el cuaderno de confitería que recopilo Luis Bartolomé de Leybar (militar destinado en la p...