La tarta de San Marcos es otra de esas tartas clásicas que encontramos en todas las pastelerías, sobre todo en la comunidad de Castilla y León. El nombre de la tarta es en honor al Convento de San Marcos de León, esa joya de arquitectura que hoy en día está convertida en Parador Nacional, por lo que no me extrañaría que fuese en el propio Parador donde tuviese sus orígenes.A quien dice que las monjas que habitaban el convento en el siglo XII ya hacían un postre parecido, pero la mayoría piensa que la tarta de San Marcos no es ancestral, ya que no hace tantos años que empezó a prepararse. Yo la he conocido toda la vida pero me gustaría que nos dieseis vuestra opinión. La tarta en sus orígenes estaba compuesta de bizcocho, nata  y crema de yema, aunque hoy en día es mucho más fácil encontrarla con una capa más añadida: trufa. También es normal hacerla con bizcocho genovés pero al hacerlo con harina sin gluten me da miedo que no se comporte bien por lo que la hago siempre con un bizcocho básico de yogur (aunque muchas veces sustituyo el yogur por un vaso de leche y nata). Si no sois intolerantes al gluten podéis usar harina de respostería, por supuesto.
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