Clásica salsa para aderezar patatas, sin usar tomate.
Esta salsa es relativamente rápida de hacer y sin complicaciones.
Además podéis variar el punto de picante solo con añadir más o menos pimentón picante. A mí no me gusta que piquen demasiado, así que solo he puesto media cucharadita de café. Tenedlo en cuenta porque en la lista de ingredientes pongo una cucharada completa.
Notaréis que uso caldo de gallina . Si no tenéis, agua y pastilla son una excelente solución. Y si queréis, poned caldo de carne.
Insistiré en un punto: en el momento de añadir los pimentones a la sartén, ésta debe estar fuera del fuego. Acordaos, porque si se os quema, quedará la salsa amarga y la tendréis que tirar. Es una buena idea tener ya los dos pimentones juntos en un pequeño recipiente para verterlos al mismo tiempo a la sartén. No dudéis en ir mejorando la receta a vuestro gusto añadiendo más ingredientes y especias, hasta encontrar el sabor que más os gusta.
Un último punto: al enfriarse, espesará. Así que cuando esteis removiendo al final de todo, dejadlo algo más líquido de lo que os gustaría que fuese la salsa ya sobre el alimento final.
Ingredientes:
– Aceite: 4 cucharadas soperas.
– Pimentón dulce: 2 cucharadas de café.
– Pimentón picante: 1 cucharada de café.
– Harina: una cucharada sopera.
– Caldo de gallina.
– Sal.
Procedimiento:
Poner a calentar el caldo. Verter el aceite en una sartén a fuego bajo.

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