Sencillo plato combinado que se sale de lo normal.
Ideal si se acompaña de una ensalada o unas verduritas, aunque yo puse patatas fritas. El pollo estuvo en salmuera la noche anterior en el frigorífico.
Evidentemente, se puede hacer con huvos de gallina y pollo ya fileteado. Pero en mi caso, sólo tenía pechugas enteras, así que tuve que filetearlas a mano.

Esta receta es para dos personas.
Ingredientes:
– Una pechuga de pollo.
– 8 huevos de codorniz.
– Pan rallado.
– Sal y pimienta.
– Especias al gusto.
Procedimiento:
Lavar la pechuga. Limpiarla de grasas y restos de sangre. Filetearla lo más fino posible.

Salpimentar. Si se quiere, espolvorear con hierbas aromáticas. Empanar cada filete, apretando bien sobre el pan rallado para que se quede bien pegado. Reservar.
Cascar los huevos de codorniz. Cuatro en un recipiente y cuatro en otro, ya que se freirán de cuatro en cuatro.

En una sartén con abundante aceite, freír el pollo a fuego no muy alto para que no se queme el pan rallado, solo que dore. Ir escurriendo sobre papel de cocina y reservar.

Poner otra sartén en el fuego y decantar el aceite usado antes sobre ella, pasándola por un colador fino para que no caigan restos de pan. Cuando acabe de coger calor, freír los huevos de cuatro en cuatro dejándolos en el punto que cada comensal desee.

Y montar los platos.

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