Me he vuelto a escapar a casa de mi madre por unos días, y mi madre me ha dejado lista para el sacrificio, cebadita como un pavo… o para ser más local, sobrealimentada, como los capones que dentro de nada van a subastar en Villalba.

Una de las cosas que ella me hace son los freixos, que los borda, suelen llamarle también filloas, aunque en la parte de Lugo las filloas, están hechas con un poco de sangre,a mi me encantan, y también tuve el gusto de comerlas en la visita a mi tía, que sabe cuanto me gustan ….y aquí estoy yo, llorando a moco tendido, porque no se donde mi cuerpo va alojar todo lo extra de las navidades, he vuelto a casa con la canción de los freixos y he vuelto a darme el gusto, pero he querido ir un poco más lejos en éste sacrificio culinario …y si voy a morir que sea matando, luego una vez que los tenía hechos, he pensado, ¡podía haber puesto en la mezcla un poco de anís! en la próxima intentona, la verdad es que estaban fantásticos y con la salsa de chocolate,¡ni te cuento! mientras alucino con tanta fiesta nutritiva  ..está Barry white susurrandome al oido My firts my last my everyting esa música disco. Los freixos y el chocolate , son como un chute de alegría y positivismo par mi ánimo.Se que te estoy poniendo los dientes largos, y la verdad es que deberías intentar hacerlos, para sacudirte de encima todas las malas vibraciones es mejor que el romero, ¿nunca has oído la expresión" romero..romero...