Aunque en la anterior entrada medio me despedía del Otoño y de sus sabores, no podía terminar Noviembre y dejarlo marchar sin antes publicar alguna receta con boniatos, otro de los ingredientes estrella de la temporada.
El boniato asado es una de esas delicias a las que me cuesta horrores resistirme, con un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva ya es toda una exquisitez, aunque, si además le rallamos un poco de parmesano por encima se vuelve algo sublime.
Se pueden encontrar de varios colores, pero mis favoritos son los anaranjados, tienen un color precioso una vez asados y de sabor son un poco más intensos, o, al menos, a mi me lo parecen.
Se pueden cocer de diferentes formas, horneados, asados, hervidos, e, incluso al microondas, cosa que resulta de lo más práctica, en unos 15 minutos tenemos unos deliciosos boniatos recién hechos y listos para degustar.
Habitualmente es un ingrediente que suelo emplear básicamente en recetas saladas, la mayoría de ellas muy básicas, chips de boniato al horno, puré, boniatos gratinados etc... así que me apetecía probar a elaborar algún dulce con ellos.
Tras un par de intentos de tarta, ilusa de mi no tuve en cuenta que son más contundentes que la calabaza..., me decidí a probar con las galletas que os traigo hoy, cuya receta vi en BBC Good Food ya hace tiempo.
El resultado, unas galletitas con un suave sabor a boniato que, sin ser excesivamente dulzonas, tienen una textura, a medio camino entre crujiente y blandit...