Ricas y crujientes. Como plato o como tapa. ¿Quién puede rechazarlas"
Un plato fácil y muy económico.
Conviene guardar el aceite para reutilizar alguna vez más, ya que queda coloreado por el pimentón.
Reconozco que para mí son una debilidad. Bien crujientes y calentitas, pringándome los dedos.

Ingredientes:
– Una bandeja de alitas de pollo cortadas.
– Pimentón dulce.
– Sal y pimienta.
Procedimiento:
Lavar las alitas. Colocarlas en un bol. Salpimentar. Añadir, al menos, 4 cucharaditas ?de postre- de pimentón dulce. Opcionalmente se puede añadir un poco de pimentón picante. Añadir un chorro de aceite y remover bien. Tapar con papel film y meter en el frigorífico varias horas, removiendo de vez en cuando.
En una olla profunda, verter medio litro de aceite (las alas deben quedar sumergidas en él, a modo de freidora). Calentar hasta los 170º. Introducir las alitas y freír un mínimo de 10 minutos. Más si las queremos más crujientes.
Poner sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y emplatar.

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