Los espumosos son, en cualquier época del año, los reyes de las celebraciones y especialmente en estas fechas. Pueden ser capaces de acompañar, en sus diversos estilos, desde el aperitivo hasta los postres.
Pero aprovechemos la ocasión para encontrar otra clase de armonías que nos permitan robar un poco el protagonismo a las burbujas, sorprender, acabar el año y comenzar el siguiente con un excelente sabor de boca y ¡por todo lo alto!

1- Una buena entrada: los aperitivos
Los aperitivos se encargan de provocar esa alegre cosquillita que nos estimula el apetito.
Fiona Beckett, experta en armonías entre comidas y bebidas, nos da los siguientes consejos:
Si te reúnes con familiares y amigos recuerda que ellos te conocen y te quieren, no hace falta que les impresiones. Lo que puedes hacer es recurrir a rescatar algún vino que hayáis compartido juntos y que os remita a buenos momentos. Si lo que deseas es impresionar puedes comenzar con un fresco champagne de un pequeño elaborador, un Muscadet si tienes ostras sobre la mesa o un elegante chardonnay francés sin crianza ideal para dar la bienvenida a tus invitados.
Para aquellos sofisticados amantes del vino, nada como sorprenderlos con un refrescante albariño, un elegante riesling o con una interesante manzanilla. Los vinos de Jerez tienen la cualidad de potenciar los sabores de los mejores alimentos. ¡Qué mejor manera de iniciar la velada!
A los vinos rosados les cuesta hacerse un lugar en la mesa, pero aquellos ...