El otro día me encontré a una persona que aprecio mucho por la calle y me dijo que cada mañana veía mis recetas en Instagram. Me hizo mucha ilusión, además me consta porque suele darle al famoso corazoncito rojo, cuando mira las fotos.  Me comentó que cuánto tiempo le dedicaba a eso de escoger las fotos, le dije que sí, que me lo curraba, y finalmente me dijo, entre otras observaciones, arrugando un poco la cara, que cuántas recetas raras hacía, "como esa con bolitas y con cosas raras que le pones". En fin, me quedé sorprendido, podría haber dicho "recetas curiosas" o incluso "recetas originales", pero no, me dijo "raras", porque es realmente lo que sentía. Siempre está bien tener en cuenta las opiniones e impresiones de los demás. De todo se aprende. Como, de alguna forma, toda mi vida he sido un raro, no hice más que confirmar que para algunas personas mis recetas van en consonancia con mi personalidad. Pues hoy traigo un sencillo plato de pasta. Con una crema de queso azul. Sin más. Algo "normalito". Básico. Nivel 2, diría yo... A mí me encantan este tipo de recetas que son tan versátiles, me explico, para hacerla he utilizado tagliatelle y queso azul, pero en otras ocasiones utilizo espaguetis y gorgonzola, o macarrones y Roquefort, en fin que la adapto según las circunstancias. La manera de cocinar la pasta es la misma, pero lógicamente en función del queso y la pasta que escojamos el res...