No hay nada más sano que saber comer liviano y más aún durante los meses cálidos. Pero a veces pensamos que comer una simple ensalada no terminará satisfaciéndonos y pasaremos hambre.

Pues bien, debemos contarte que esto no siempre es tan así. Y dependerá del tipo de ensalada que te prepares y de la cantidad que hagas. Pero antes que dudes de lo que te decimos, te pasaremos algunos ejemplos para que tú mismo puedas comprobarlo.
Uno de los mejores platillos puede ser la ensalada de lentejas, remolachas, zanahorias asadas con perejil y feta. En primer lugar, deberás colocar las lentejas en una sartén mediana o grande y cubrirlas con tres centímetros de agua. Ponlas al fuego máximo y déjalas que hiervan. Luego, deberás reducir el fuego al mínimo y cuécelas ahí mismo a fuego lento. Tendrás que hacerlo hasta que notes que las lentejas están tiernas, aproximadamente por 20 o 30 minutos. Ten presente que las lentejas no pierdan su forma. Luego deberás precalentar el horno a 200 C. Y poner las remolachas y las zanahorias con un poco de sal, dos cucharadas de aceite de oliva y pimienta. Vas a tener que extenderlas en una sola capa en una bandeja del horno junto con papel para horno.
A posteriori, deberás asarlas durante 20 minutos, pero ten presente de darlas vueltas a la mitad del tiempo para que se puedan asar de ambos lados. Ten presentes que deben estar crujientes y doradas.

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