Añade la rama de canela y la corteza de limón.
La dejas a fuego medio hasta que empiece a hervir.
Cuando hierva retira la cazuela del fuego.
Saca la corteza de limón y la canela en rama y reserva la leche.
Pon una sartén a fuego medio y echa el aceite.
Cuando esté caliente añade el pan troceado en la sartén.
Fríelo hasta que esté dorado.
Saca el pan de la sartén y lo pones en una bandeja sobre papel absorbente.
Reserva el pan para el final.
Retira la sartén del fuego.
Pasa el aceite de la sartén por un colador y lo echas en una cazuela.
Pon la cazuela a fuego medio.
Cuando el aceite esté caliente echa la harina de trigo. Sofríela un par de minutos.
Ahora vierte la leche que habías reservado poco a poco y sin dejar de remover.
Cuando la hayas echado todo lo sigues removiendo con una varilla, para que no se hagan grumos.
Echa el azúcar, la sal y el anís dulce.
Lo sigues removiendo a fuego medio, con la varilla, durante 2 minutos aprox.
Cuando las gachas tengan la textura de unas natillas ya las tienes listas.
Retira la cazuela del fuego y ya las puedes servir.
Echa el pan frito por encima de la gachas y espolvorea la canela en polvo.
Ya las tienes listas para comer, las puedes comer frías o calientes.

...