Hace una temporada que he cambiado la pasta normal por la integral básicamente por dos razones, las pastas integrales contienen fibras que son buenas para mantener la flora intestinal en condiciones óptimas y la otra es que la ingestión de carbohidratos acompañada de fibras hace que no se note tanto el pico glucémico en la sangre, con sus consiguientes beneficios. La pasta integral nada tiene que envidiar a la pasta hecha con harinas refinadas, ni en cuanto a sabor ni a textura; y mira que al principio me costó convencerme, pero creo que he tomado una decisión de la cual notaré sus beneficios a larga.
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