Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro...y a veces lloro sin querer (Rubén Darío)
Ella lloraba sin querer, sin poderlo evitar, ayer sus lágrimas corrían por sus mejillas, no una, varias veces supe que lloraba a escondidas, otras la pudimos ver todo el mundo. 
Eran lágrimas de alegría, de emoción contenida, de orgullo, de cariño, pero sobre todo eran lágrimas de amor hacia su compañero en la vida, tanto personal como profesional. Con ella, con ellos dos, con Cristina y con Diego, con su arte gastronómico, con sus ilusiones, sus lágrimas, sus risas nos contagiaron a quienes tuvimos el honor de acompañarlos en una ocasión tan importante para ésta pareja, a quienes admiro y les tengo un cariño especial, protagonistas de una gran aventura gastronómica llamada PALODU.  Arropados por compañeros de profesión, grandes chefs que ?tomaron? la cocina de Palodú para hacer cada uno de ellos sus creaciones para deleite de invitados: familiares, amigos, clientes, proveedores?.celebramos su quinto aniversario y su nueva imagen. 
Después de cinco años de vida de éste rincón gastronómico singular, con muchísimo estilo no sólo estético que consigue que éste coqueto restaurante nos recuerde a ésos elegantes bistrots franceses, cambia de imagen corporativa dando un giro más moderno, más actual, más intimo aún en cuanto a su nueva terraza totalmente cerrada y climatizada. Todo ello sin perder un ápice e...