Los seres humanos creamos cultura. Nuestras formas de pensar, de sentir y de actuar, la lengua que hablamos, nuestras creencias, la comida y el arte, son algunas expresiones de nuestra propia idiosincrasia, de nuestra forma de ser, de la identidad de cada pueblo, de cada lugar.
¡¡ Venga, despierta, levántate, ya se les escucha?.!! Aún la oscuridad era la dueña de las calles, las primeras luces del alba tardarían en aparecer y el silencio de la noche se rompía por unas profundas voces que entonaban el ?Ave Maria? acompañados por el retoque tenue de una campana.
Tendría cinco o seis años. Y a la llamada de mi madre, doy un salto de la cama y junto a ella, las dos, sintiendo aún el frio propio de la madrugada pegábamos nuestras caras al cristal de la ventana, cuyos cristales se llenaban del vaho de nuestros alientos, dejando una película, un halo misterioso que limpio con mi mano, despejando así la húmeda bruma que deja nuestros propios alientos, deseosa y esperando ver la primera luz, era la de una farola de mano de quien abría aquel cortejo callejero que recorría las oscuras calles de El Palo.  Mamá, ya vienen, ya les veo; mira, mira?..chiiiiiisssss, calla y escucha me decía mientras pasaban por delante de nuestra casa la procesión de los devotos, divididos en dos filas, en perfecto orden, con velas encendidas en sus manos, pasaban con paso lento, con recogimiento y devoción alternando los rezos con ése canto cadencioso y sempiterno que quedó gra...