Ya sabéis que empezando el mes siempre nos juntamos para ver que podemos rebuscar en el fondo de la despensa o del frigorífico, eso que nos sobró de una comida o que se nos ha olvidado que compramos y se nos va a estropear. Pero como aquí no se tira nada, pues yo hoy no he buscado ni en el fondo de la despensa ni del frigorífico, he buscado en el fondo del congelador.

Y me acordé que había congelado un tuper de arroz con leche, uno que hice un día y que usé azúcar de abedul y usando las cantidades que uso normalmente tanto de arroz como de leche quedó para comer con cuchillo y tenedor. Por lo que lo congelé con la intención de hacer algún día unos macarons y rellenarlos de arroz con leche que están de lujo, pero me acordé de Rosalía del blog Rossgastronómica y su proyecto Reciclando Sabores donde da nueva vida a los alimentos olvidados, y que como a lo largo del año aquí no se tira nada, no descansa en verano, pues dedicado a ella reutilizo ese arroz con leche piedra para disfrutar de unos ricos desayunos, quien se niega a unas ricas magdalenas
Con un sabor que cuando las pruebes te será familiar, y que cuando descubras el corazoncito te darás cuenta de lo que es

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