Hay veces que un olor te recuerda a alguien, un sabor te recuerda un momento, unos colores te recuerdan una época, una canción te recuerda un viaje, y hay un todo que se lo lleva un padre. Porque el olor al gel Magno, el del bote negro, me recuerda a él, las canciones de Jose Luis perales me recuerdan en coche por Monfragüe, El último de la Fila y el primer vinilo que me regaló, la marca del sol en el pie por no quitarse las zapatillas azul marino camping era típico del verano, y una sabor a gazpacho con mucho pan "mojao" en el plato, judías blancas con oreja, huevos rellenos o una ensalada campera son sabores que mi padre nos dejó. Y que cuando hoy los recuerdo puedo disfrutar del recuerdo de todo lo que pudimos disfrutar.
Y como aquí estamos para disfrutar no podía enseñaros otra cosa que uno de esos recuerdos con una sonrisa, y es que cuando las chicas del Reto Cocinas del Mundo dieron libre elección de destino para este mes con el único requisito que fuera veraniega no pude pensar en otra cosa que en verano, mi casa de campo, disfrutando de la piscina y de una comida fresquita para luego dormir una siesta, por eso os traigo esta ensalada campera, como el la hacía, sencilla y que en casa seguimos comiendo cada verano acordándonos de mi padre y su sonrisa.

Con un montón de cosas ricas que viene bien para comer o cenar

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