Este verano en vacaciones nos acercamos a ver el Cabo de Palos y la verdad es que tengo que reconocer que me sorprendió por lo bonito que es. En realidad fuimos en otoño por lo que no tenía mucha vida, pero el paseo por el Puerto es precioso y aunque es pequeñito tiene un encanto especial, me recordó a algunos pueblos que visitamos en la isla de Menorca. Además, es una forma de huir de las  masificaciones de algunas localidades colindantes como la Manga del Mar Menor.
Lo más llamativo del Cabo de Palos es su gran faro que tiene un haz de luz capaz de llegar a más de 40 kilómetros que sirve para guiar a los barcos. Como curiosidad cabe decir que se iluminó por primera vez en 1965. Desde los pies del faro se puede ver La Manga en toda su longitud así como las reseras marinas de Islas Hormigas e Isla Grossa. Justo debajo del faro hay una pequeña cala de fácil acceso para aquellos que quieran bañarse sin estar rodeados de gente.Y tras dar un paseo por el faro qué mejor que acercarse al puerto a ver los barcos y degustar algún suculento menú en uno de sus numerosos establecimientos hosteleros. Es verdad que cuando fuimos era temporada baja y no había muchos establecimientos abiertos, además las niñas estaban un poco raras por lo que no pudimos disfrutar todo lo que queríamos, pero la verdad es que a pesar de los inconvenientes comimos en el restaurante La Tana y nos encantó.Las vistas del restaurante eran inigualables y había un menú por 16 euros bas...