Cómo evitar que el aceite salpique. Es común que cuando pongamos aceite a calentar para freír algún alimento, este salpique, con el consiguiente riesgo de manchar la cocina e incluso quemarse.

Normalmente ese burbujeo se produce bien porque la sartén tiene algo de agua, o porque se nos ha caído alguna gota al acercarle los alimentos que vamos a freír. El contacto del agua con el aceite es el que produce la reacción que desemboca en la incomoda salpicadura.
Pues bien el truco para evitar que el aceite nos salpique, pudiendo llegar a producir quemaduras, y dejando nuestra cocina llena de grasa, que tendremos que limpiar más tarde, es súper sencillo y se basa en utilizar la sal como nuestra mejor aliada.
En cuanto el aceite coja temperatura y empiece a burbujear echaremos una pizquita de sal por donde salen las burbujas, la sal se ira al fondo de la sartén, absorbiendo agua y por lo tanto consiguiendo que el aceite deje de salpicar. La cantidad de sal utilizada es mínima, la que puedas atrapar en un pellizco con los tres dedos. Por descontado, añadir sal al aceite no cambiará el sabor de tus frituras, porque la cantidad añadida es pequeña y además una vez iniciada la fritura los alimentos ya no la absorben.
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